La modificación genética de mosquitos Aedes aegypti para limitar su supervivencia y la liberación de estos insectores en zonas afectadas por enfermedades como el dengue o el zika, son los primeros pasos de un nuevo enfoque en el control de plagas. Entre esperanzas y temores, la primera liberación masiva del llamado Friendly Aedes se está realizando en la ciudad Piracicaba de Brasil.

El lavado de manos, la limpieza y la desinfección son factores críticos y necesarios para minimizar la transmisión de microbios en entornos médicos. Sin embargo, pueden complementarse muy eficientemente con el uso de superficies de contacto hechas con aleaciones de cobre, un metal con actividad antimicrobiana efectiva y continuada.

Los insectos, beneficiosos para las sociedades humanas en muchas ocasiones, representan también a veces un serio y caro problema, por su capacidad de transmitir enfermedades y dañar cultivos e infraestructuras. Los costes globales asociados a los insectores invasores ascenderian a casi 80 billones anuales de dólares y, según el estudio que publica estos datos, están ampliamente subestimados.

La Agència Catalana de Seguretat Alimentària (ACSA) ha publicado un documento, dirigido a agricultores y operadores de la indústria alimentaria, que recoge métodos aplicables en Europa para la prevención y reducción de la contaminación de los alimentos por micotoxinas. Estas sustancias son muy estables y dificiles de eliminar, por eso es crucial la prevención en las materias primas.

El mosquito tigre (Aedes albopictus) avanza rápida y estrategicamente en su asentamiento por la geografía española. El insecto ya está presente en toda la costa mediterránea y continúa imparable hacia el interior, en un proceso de colonización cada vez más acelerado. El año pasado conquistó 70 nuevos municipios, tres provincias (Huesca, Lleida y Cádiz) y las islas de Menorca y Formentera.

AQUA España ha finalizado y presentará en noviembre su nueva "Guía Técnica para la comercialización y uso de sustancias y mezclas para el tratamiento del agua de consumo". Asimismo, AENOR ha aprobado tres nuevas normas sobre productos químicos utilizados en el tratamiento de agua destinada al consumo humano: Dióxido de cloro generado in situ, Sulfato de aluminio y Permanganato de potasio.