
Las feromonas son herramientas clave en el control integrado de plagas (CIP), especialmente para la detección temprana y la evaluación de poblaciones de insectos en entornos industriales, comerciales y domésticos. Su uso correcto permite optimizar recursos, reducir la aplicación innecesaria de biocidas y garantizar el cumplimiento de normativas de higiene y seguridad alimentaria.
Feromonas para el control de plagas
Las feromonas son sustancias químicas emitidas por un organismo para comunicar un mensaje a otros individuos de la misma especie. Aprovechando este comportamiento, la industria del control de plagas ha desarrollado atrayentes y trampas basadas en feromonas, que resultan muy útiles para monitorizar, prevenir y controlar infestaciones de determinadas plagas.
Vamos a ver que tipo de feromonas se utilizan en el ámbito de la sanidad ambiental, y cuál es su función.
Las feromonas sexuales
Su función natural es permitir la localización de pareja reproductiva, habitualmente atrayendo machos hacia hembras.
Aplicación en control de plagas: las feromonas sexuales son las más utilizadas en monitorización. Los insectos machos pueden llegar a ser muy sensibles a las feromonas sexuales, y tan sólo unos pocos nanogramos pueden provocar la búsqueda de una hembra, incluso a grandes distancias, especialmente en el caso de especies de vida corta, como la polilla india de la harina (Plodia interpunctella), la polilla de la ropa (Tineola bisselliella) o el escarabajo del tabaco (Lasioderma serricorne).
Por ejemplo, en almacenes de alimentos se usan feromonas sexuales para atraer machos de polillas (Plodia interpunctella, Ephestia kuehniella, etc.) a trampas adhesivas, lo que facilita detectar su presencia incluso antes de que haya daños visibles.

Trampa de feromonas para Plodia interpunctella y Ephestia kuehniella/ C. Pradera
Las feromonas de agregación
Su función natural es provocar la agrupación de individuos de ambos sexos y diferentes edades en un mismo punto, lo que facilita la protección grupal, el apareamiento o el acceso a recursos.
Aplicación en control de plagas: las feromonas de agregación se utilizan para monitorizar determinadas plagas, como los escarabajos de productos almacenados Tribolium castaneum y Sitophilus granarius, ya que permiten capturar un mayor número de individuos y tener una visión más real de la densidad poblacional de la plaga.
Feromonas de alarma
Su función natural es advertir a otros miembros de la colonia o grupo de una amenaza, provocando la huida o reacción defensiva.
Aplicación en control de plagas: su uso en entornos estructurales es menos habitual que las anteriores pero son útiles en investigación o en casos específicos, como hormigas y pulgones. Las feromonas de alarma pueden emplearse para manipular el comportamiento de una plaga durante la realización de estudios.
¿Dónde se utilizan feromonas para el control de plagas?
Dentro de un programa integrado de control de plagas, los atrayentes y las trampas de feromonas son herramientas fundamentales para prevenir y monitorizar infestaciones en múltiples entornos: industria alimentaria, almacenes de granos, museos, bibliotecas o viviendas.
Algunos ejemplos concretos pueden ser:
- En la industria alimentaria: en obradores de panadería, almacenes de granos, harinas o pastas, etc. se utilizan trampas de feromona sexual para controlar polillas, como Plodia interpunctella o gorgojos.
- En silos: se pueden aplicar trampas con feromona de agregación para el gorgojo de la harina Tribolium castaneum, facilitando la localización de focos de gorgojos en la masa de grano.
- En museos: las trampas con feromona sexual permiten monitorizar escarabajos o polillas, como la polilla de la ropa Tineola bisselliella, y preservar el patrimonio cultural en forma de tela, pieles o papel, que puede ser deteriorado por plagas.

Trampa de feromonas con polillas de la harina, Plodia interpunctella / C. Pradera
Ventajas frente a otros métodos de monitorización
Las trampas de monitoreo con feromonas, si se las utiliza correctamente, aportan información muy valiosa: indican la presencia incipiente de especies plaga antes de que produzcan daños o pérdidas, permiten identificar el tamaño y la ubicación de los focos de infestación, y también son excelentes indicadores de si las medidas adoptadas para reducir la actividad de plagas están funcionando.
Algunas de sus ventajas son:
- Su alta especificidad: se orientan a una especie concreta, reduciendo capturas accidentales.
- Su sensibilidad elevada: permiten detectar poblaciones muy bajas, incluso antes de observar daños, facilitando la detección precoz de infestaciones.
- No son tóxicas y su aplicación es segura: existen trampas que pueden colocarse en zonas de producción de alimentos o cerca de productos alimentarios, sin riesgo de contaminación.
- Pueden integrarse en programas CIP: las trampas de feromonas aportan información que facilita la toma de decisiones sobre el momento y la intensidad de las intervenciones de control de la plaga.
Factores limitantes de la efectividad de las feromonas
A pesar de ser de gran utilidad como fuente de información para prevenir y controlar problemas de plagas, hay algunos factores que pueden limitar la efectividad de las trampas de feromonas:
- Condiciones ambientales: la eficacia de las trampas puede disminuir, entre otros factores, por temperatura extrema, humedad elevada, corrientes de aire fuertes o saturación de olores en el ambiente.
- Uso incorrecto: para conseguir que las trampas de feromonas sean eficientes es esencial la formación en mejores prácticas para su uso, por ejemplo, no nos serán de gran ayuda en caso de:
- identificar mal la especie diana y utilizar la feromona equivocada, ya que las feromonas son específicas de cada especie
- ubicar mal las trampas
- la falta de mantenimiento adecuado, como limpiar las trampas regularmente o reemplazar los componentes dañados
- no renovarlas cuando están saturadas de insectos o se ha desgastado el atrayente
- Captura solamente parcial de la población: en el uso de feromonas sexuales, hay que tener en cuenta que la ausencia de machos en las trampas no siempre significa la ausencia de hembras o de una infestación.
Correctamente utilizadas, las trampas de feromonas no solo aportan información para conocer el lugar de origen de una infestación y evaluar la gravedad de la misma, sino que son igualmente valiosas para comprobar si las medidas de control adoptadas están siendo efectivas.








