
El análisis de microplásticos en el agua de consumo humano es clave para comprender mejor el impacto que estos contaminantes emergentes pueden tener sobre la salud pública y avanzar en su vigilancia y control. Para ello, la CE adoptó el pasado año una metodología de análisis de microplásticos en agua, sobre la que acaba de publicar un informe sobre su aplicación práctica.
Análisis de microplásticos en el agua de consumo
Los datos disponibles actualmente sobre la presencia de microplásticos en el agua de consumo humano y sobre el nivel de exposición de los consumidores son limitados. Los microplásticos se contemplan en la Directiva (UE) 2020/2184, sobre calidad de las aguas de consumo humano, como un posible peligro para la salud pública que debe ser evaluado, con vistas a incluirlos en la "lista de observación" de sustancias o compuestos que puedan estar presentes en aguas destinadas al consumo humano y susciten preocupación pública o entre la comunidad científica por motivos de salud.
Cuando la directiva entró en vigor, en enero de 2021, no existían metodologías estandarizadas ni armonizadas adecuadas para el análisis de microplásticos en el agua. El Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea (CE) llevó a cabo un estudio técnico para desarrollar y probar una metodología analítica apropiada.
De este trabajo se concluyó que las técnicas de microespectroscopia óptica infrarroja o Raman serían el método más eficaz para detectar microplásticos en concentraciones típicas reales del agua potable en la UE. Tras desarrollar y probar la metodología, ésta fue adoptada formalmente por la Comisión Europea mediante la Decisión Delegada (UE) 2024/1441.
Un informe publicado este año por la CE ilustra la aplicación práctica de la metodología para el análisis de microplásticos en el agua de consumo, con información adicional sobre algunos elementos críticos y limitaciones, así como ejemplos experimentales utilizados en el Laboratorio de Nanobiotecnología del JRC durante los estudios de viabilidad.
Por otra parte, en el informe también se considera la aplicabilidad y adaptabilidad de la metodología a otras aplicaciones en las que la legislación exija la detección o el seguimiento de microplásticos.

La complejidad del análisis de microplásticos en el agua
Los microplásticos son muy heterogéneos, con dimensiones, composiciones y formas muy variables, y pueden estar compuestos de uno o más polímeros diferentes, contener aditivos y presentar características fisicoquímicas influenciadas por su historial de degradación. Lo que los convierte en materiales cuyo análisis, medición y monitorización resulta de gran complejidad.
Considerando los límites de detección requeridos, se concluyó que la única estrategia realista para el análisis de microplásticos en el agua sería realizar el conteo e identificación de partículas mediante espectroscopia vibracional, específicamente microespectroscopia óptica IR o Raman para determinar el número, el tamaño y el tipo de polímero de las partículas de microplástico. Este enfoque analítico, combinado con la toma de muestras mediante filtración en cascada en línea de volúmenes de agua, de al menos 1 m³, se consideró la base más apropiada para desarrollar una metodología detallada que armonizara de la mejor manera la recolección, el análisis y la presentación de informes.
No obstante, dada la naturaleza compleja y multifacética de la información obtenida del análisis de microplásticos en agua (concentración, composición, tamaño y forma), la complejidad de los datos recopilados para el monitoreo se ha reducido aplicando una clasificación de los mismos según categorías de tamaño predefinidas, categorías de forma (partícula/fragmento o fibra) y categorías de composición (polímeros prioritarios).

Referencia:
Mehn, D., Cella, C., Bucher, G., Fumagalli, F.S., El Hadri, H. et al, D. Analysing microplastics in drinking water - Practical considerations, Publications Office of the European Union, Luxembourg, 2025, https://data.europa.eu/doi/10.2760/1240697, JRC143205.








