La leptospirosis sigue siendo un riesgo sanitario en España

La leptospirosis sigue siendo un riesgo sanitario en España

control plagas

La leptospirosis sigue siendo un riesgo sanitario en España, especialmente en verano y tras catástrofes naturales, según datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE). Los roedores y el agua contaminada pueden provocar infecciones graves en humanos, que requieren hospitalización.

 

Leptospirosis en España 

La leptospirosis es una enfermedad zoonótica causada por espiroquetas del género Leptospira, transmitida a los humanos por contacto con animales infectados o ambientes contaminados, especialmente en el caso de aguas o suelos contaminados con orina de roedores. Aunque es más común en países tropicales, en España esta enfermedad representa un riesgo sanitario persistente, particularmente en determinados contextos ocupacionales, actividades de ocio, zonas con déficits de saneamiento y situaciones de catástrofes naturales.

La leptospirosis es un ejemplo paradigmático del enfoque “Una Salud”, al involucrar factores ambientales, humanos y animales. El principal reservorio son los roedores, que excretan Leptospira por la orina. La transmisión ocurre por contacto con agua, barro o superficies contaminadas, generalmente a través de mucosas o piel lesionada.

En España, los factores de riesgo incluyen:

  • Ocupacionales: trabajadores agrícolas (especialmente en arrozales y explotaciones ganaderas), forestales, de alcantarillado, construcción, mataderos y veterinarios.
  • Recreacionales: deportes acuáticos, espeleología, senderismo o actividades al aire libre.
  • Ambientales y sociales: zonas con escaso saneamiento, viviendas precarias, episodios de inundación, hacinamiento y situaciones post-catástrofe como la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos).

Desde 2015, su vigilancia se realiza mediante la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), con cuyos datos el Centro Nacional de Epidemiología ha publicado el informe epidemiológico de la leptospirosis para el año 2023,  contextualizandolos en el periodo 2015-2023.

Epidemiología de la leptospirosis en España (2015-2023)

Durante el periodo 2015-2023 se notificaron 362 casos de leptospirosis en España, con una tasa de notificación (TN) media de 0,09 casos por 100.000 habitantes. El pico máximo de incidencia se produjo en 2018 (TN = 0,15), seguido de 2023 (64 casos; TN = 0,13), confirmando una tendencia relativamente estable en la última década.

leptospirosis

El análisis por sexo muestra una afectación mayoritaria en varones (83% de los casos; TN = 0,14) frente a mujeres (TN = 0,03), patrón constante en todos los años analizados. Por edad, el grupo más afectado fue el de 25 a 34 años (TN = 0,13), seguido de adultos entre 35 y 54 años. Esto sugiere un claro componente ocupacional y recreacional en la exposición.

En cuanto a la estacionalidad, la mayor parte de los casos se concentran entre agosto y octubre, coincidiendo con actividades acuáticas y mayor contacto ambiental. En 2023, el 62% de los casos requirió hospitalización, y se registró un fallecimiento, resultando en una letalidad del 0,84% en el periodo global.

Distribución territorial

Las Comunidades Autónomas con mayor número de casos en el periodo 2015-2023 fueron el País Vasco (67), Canarias (65) y Andalucía (65). Sin embargo, en términos de tasas, Extremadura lidera con 0,39 casos por 100.000 habitantes, seguida de Canarias y País Vasco (ambas con 0,34).

En 2023, las tasas más altas correspondieron a Extremadura (TN = 1,23), Canarias (0,50) y Comunidad Valenciana (0,29), destacando posibles factores ambientales, climáticos o relacionados con la capacidad de vigilancia.

Llama la atención la ausencia de casos en regiones como Castilla-La Mancha, Islas Baleares, Ceuta y Melilla durante todo el periodo, lo cual podría reflejar diferencias en exposición o infraregistro de las infecciones.

leptospirosis

Medidas de prevención y control ambiental

La prevención de la leptospirosis requiere intervenciones multidisciplinares:

  • Control de plagas: priorizar la vigilancia y control de roedores, especialmente en zonas urbanas y rurales con riesgo ambiental.
     
  • Gestión del agua: asegurar la calidad microbiológica de aguas recreativas, evitar el contacto con aguas estancadas tras inundaciones, y promover sistemas de saneamiento eficientes.
     
  • Protección individual: uso adecuado de equipos de protección personal en actividades profesionales de riesgo.
     
  • Medidas post-catástrofes: establecer planes de vigilancia, saneamiento urgente y educación sanitaria tras inundaciones y desastres naturales.
     
  • Sensibilización: formación de personal sanitario, agentes de salud ambiental y población general sobre los riesgos y formas de transmisión de la leptospirosis, especialmente en verano y zonas endémicas

Aunque la leptospirosis no presenta una elevada incidencia en España, su patrón estacional, el aumento relativo en algunas comunidades y los factores ambientales y sociales asociados exigen una atención constante desde el ámbito de la sanidad ambiental.

El control de vectores, la mejora del saneamiento y la preparación ante eventos extremos deben formar parte de una estrategia nacional dentro del enfoque “Una Salud”. Solo mediante la integración efectiva de vigilancia epidemiológica, control ambiental y acción comunitaria será posible minimizar el riesgo de esta zoonosis persistente en nuestro entorno.

 

Referencia:
Alonso-Colón M, Cifo D, Escudero Nieto D, Jado García I, Miguel Guerras JM, Estévez-Reboredo RM. Leptospirosis en España: Situación Epidemiológica y Contexto Histórico (2015-2023). Boletín Epidemiológico Semanal. 2024;32(4):183-193. doi: 10.4321/s2173-92772024000400004
 

 

 

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