Protocolo de limpieza y desinfección para el transporte público por carretera

Protocolo de limpieza y desinfección para el transporte público por carretera

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Con motivo de la alerta sanitaria generada por el coronavirus SARS‐CoV‐2, la Dirección General de Transporte Terrestre y la Dirección General de Salud Pública han elaborado un protocolo sobre las medidas de limpieza y desinfección que deben contemplar las empresas prestatarias de servicios de transporte público de viajeros por carretera. Las medidas son de aplicación en los vehículos y en las estaciones de viajeros.

 

El "Protocolo de limpieza y desinfección para el transporte público de viajeros por carretera" es una guía de referencia dirigida a las empresas que prestan servicios de transporte público de viajeros por carretera, con el objetivo de que, en el marco de su actividad, cumplan con las medidas necesarias de limpieza y desinfección para evitar contagios de Covid-19. 

Según se explica en este documento, cada empresa operadora está obligada a elaborar un procedimiento específico de limpieza, tomando como referencia las recomendaciones recogidas en este texto u otras consideradas equivalentes. 

Se recomienda, asimismo, el registro diario de las labores de limpieza y desinfección efectuada, incluyendo fecha y horarios de trabajo, operaciones realizadas, producto utilizado e incidencias.

Tareas de limpieza y desinfección

Se destaca la importancia de una correcta higiene previa a la aplicación de productos desinfectantes, ya que estos no son eficaces si la superficie no ha sido previamente desprovista de suciedad, que puede servir de refugio a los microorganismos.

Para las tareas de limpieza los productos a utilizar son detergentes y limpiadores, no catalogados como biocidas, y que, por lo tanto, no necesitan autorización del Ministerio de Sanidad. En el caso de las tareas de desinfección se pueden utilizar diluciones de lejía 1:50 recién preparada, o cualquiera de los desinfectantes con actividad virucida que se encuentran en el mercado y que han sido autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad (lista actualizada el 09/07/2020), teniendo en cuenta su clasificación de uso: por público en general, por personal profesional o por personal profesional especializado. La empresa operadora debe asegurar que el personal tenga la formación específica preceptiva para realizar las tareas de limpieza y desinfección con cada uno de estos productos.

El protocolo recalca también la obligación de que los trabajadores se protejan con los equipos necesarios, según el nivel de riesgo, de acuerdo a los servicios de PRL y a las medidas de precaución y mitigación del riesgo asociadas a la autorización de los productos desinfectantes. 

Higienización de los vehículos

Los operadores están obligados a realizar, al menos, una limpieza y desinfección diaria de todos los vehículos que hayan prestado servicio o lo vayan a prestar al día siguiente. Con carácter general, la frecuencia de limpieza y desinfección mínima debe establecerse en la finalización de las jornadas de utilización de los vehículos (como mínimo cada 24 horas).

Cada empresa debe realizar una limpieza y desinfección de las zonas del puesto de conducción en función de su organización (por ejemplo, en cada cambio de turno). Para los casos donde no es posible la limpieza y desinfección entre turnos, los conductores deben disponer de los medios necesarios para poder eliminar los desechos y limpiar y desinfectar las superficies, antes de abandonar su puesto de trabajo. 

Antes del comienzo de las acciones de limpieza se debe realizar un aspirado o barrido del interior del vehículo, siempre desde el interior del autobús hacia la zona de la puerta de entrada. Posteriormente se realiza la limpieza ordinaria del puesto del conductor y del recinto de viajeros, antes de comenzar las tareas de desinfección.

Una vez terminadas las tareas de limpieza, la aplicación de solución desinfectante se realiza también desde el interior del vehículo hacia la puerta de salida, poniendo especial atención a los elementos y superficies susceptibles de un contacto más frecuente, tanto en la cabina de conducción como en el recinto de viajeros, como reposabrazos, botones de pulsación de parada, etc. Se recomienda poner atención especial a la limpieza y desinfección de los cinturones de seguridad, ya que ciertos productos pueden ser agresivos y deteriorarlos generando pérdida de su capacidad de resistencia.

Para finalizar debe fregarse el suelo del vehículo con agua y jabón o con solución desinfectante, sin tocar ningún elemento del vehículo que ya esté desinfectado.

Higienización de las estaciones

El protocolo establece como medidas de limpieza y desinfección extraordinarias, al menos, una limpieza y desinfección diaria de las instalaciones y de los distintos elementos vinculados al servicio de transporte,  intensificando la limpieza de las zonas de uso común, como aseos, zonas de espera y descanso, taquillas, máquinas autoventa, vestuarios, cafeterías, así como elementos del mobiliario de uso manual. Si es necesario, se dejarán de realizar otras labores de limpieza prescindibles o se reducirá la frecuencia de limpieza de zonas no críticas.

Se consideran zonas críticas con necesidad de refuerzo de desinfección: en general los pasamanos, pulsadores de todo tipo y asientos, la griferia de los aseos, los dispensadores de jabón y papel, pulsadores de cisternas, etc y otras superficies, como las bandejas de pago.

 

 

"Protocolo de limpieza y desinfección para el transporte público de viajeros por carretera", Dirección General de Transporte Terrestre, Dirección General de Salud Pública, julio 2020

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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