Prendas de protección para aplicación de biocidas

Prendas de protección para aplicación de biocidas

Los productos químicos que se emplean en los tratamientos con biocidas son de muy diversas características; se nos presentan en diferentes estados físicos y se aplican de varias maneras; por lo que, a priori, no se puede recomendar una única prenda de protección sin atender al componente, la concentración, el estado físico del producto y el modo de aplicación.

El Real Decreto 374/2001, del 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo, nos recuerda en su artículo 5 la obligatoriedad por parte del empresario de adoptar las medidas de prevención y protección que sean coherentes con la evaluación de los riesgos. La especificación de unos Equipos de Protección Individual (EPI) adecuados constituye una parte esencial de la gestión de seguridad.

La vía de contacto con el biocida puede ser a través de las vías respiratorias cuando, como cualquier otro agente químico, se encuentre en el ambiente, o por contacto con el producto depositado en superficies contaminadas o tratadas, directamente a través de la piel, cuando ésta constituye una vía de absorción para el agente en concreto, o indirectamente por el contacto mano-boca.

Conviene recordar que los biocidas de uso profesional deben ser manipulados exclusivamente por personal con formación específica al efecto (que haya superado los cursos de capacitación). En consecuencia, es una irregularidad el hecho de encomendar tareas que impliquen el uso, manipulación o la aplicación de productos biocidas a determinados trabajadores sin la capacitación legalmente exigida, de manera habitual o esporádica.

En relación a la aplicación del RD 374/2001 hay dos cuestiones que señalar: la primera es que todos los biocidas de uso ambiental (entre los que se encuentran los de uso doméstico) están incluidos en la definición de agentes químicos peligrosos del Art. 2.2 del RD.

La segunda es que, según el Art. 3.2, en la evaluación del riesgo se deberán incluir todas aquellas actividades cuya realización pueda suponer tales riesgos, bien para su seguridad, bien para su salud, por la posibilidad de que se produzcan exposiciones importantes, aunque se hayan tomado todas las medidas técnicas pertinentes.

En las aplicaciones de biocidas, pueden encontrarse en situación de riesgo potencial, además de los aplicadores que las realizan, también los trabajadores de la empresa receptora del servicio y las personas que, sin ser trabajadoras de la empresa, están o pueden estar presentes en el lugar. En cuanto a las medidas de prevención frente a los agentes químicos es importante resaltar las características del biocida, el tipo de aplicación, el lugar o zona a tratar y el sistema y procedimiento de aplicación.

Se sabe que algunos de estos productos tienen efectos negativos sobre la salud que se pueden manifestar de manera inmediata y otros se manifestarán pasado el tiempo por el efecto de dosis acumulativas. El empresario deberá proporcionar a sus trabajadores equipos de protección individuales adecuados para el desarrollo de sus funciones y observar el uso efectivo de esos equipos cuando su utilización de sea necesaria.

La mayoría de las intoxicaciones por biocidas tiene lugar cuando son absorbidos por vía dérmica. Existen multitud de compuestos químicos que pueden causar efectos adversos sobre la piel desprotegida, desde una simple dermatitis hasta una compleja variedad de efectos tóxicos, que ocurren por el paso del compuesto químico a través de la piel. Cuando el técnico aplicador realiza un tratamiento debe adoptar unas medidas de seguridad, ya que no hay que olvidar que está manejando productos biocidas que tienen diferentes características toxicológicas.

Además del riesgo potencial que tienen los trabajadores de este sector de estar expuestos a contaminantes químicos, existen otros tipos de tratamientos, limpiezas o desinfecciones donde los trabajadores podrían estar expuestos a diferentes agentes biológicos. Por ello, se debe mencionar el Real Decreto 664/1997, que se refiere al uso de los equipos de protección individual en aquellos casos donde sea necesaria la protección de los trabajadores frente a los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos.

 

 

Equipos de protección individual en tratamientos biocidas

Se debe hacer uso de los equipos de protección adecuados en aquellas tareas de la actividad laboral que supongan un riesgo de contaminación con el biocida como, por ejemplo, en el transporte de los diferentes productos que se van a aplicar, en la fase de preparación de mezclas y en el tratamiento mismo, independientemente del método que se vaya a utilizar. También hay que protegerse en la fase posterior al tratamiento, cuando se realicen tareas de limpieza de material, retirada del producto sobrante, etc. Además de guantes, gafas protectoras y equipos respiratorios debemos hacer uso de una barrera adecuada de protección para todo el cuerpo. La selección correcta del vestuario de protección puede prevenir el contacto directo del producto químico con nuestra piel y así evitar la contaminación.

En aquellos casos en los que se requiera el uso de prendas de protección, habrá que buscar aquellas que estén hechas en un tejido o material que interpongan una barrera entre los contaminantes y la piel o la ropa habitual del operario, así como aquellas que por el diseño, las características del material y las prestaciones tengan la consideración de Equipo de Protección Individual (EPI).

La Directiva Marco 89/686/CE establece que los Equipos de Protección Individual contra agentes químicos y biológicos tendrán que estar certificados como EPI de Categoría III, que son los que protegen frente a riesgos graves o irreversibles.

Cada prueba que se realiza dentro de este ámbito para conceder la certificación a un equipo, establece unos valores mínimos que se deben alcanzar. Así podemos encontrar prendas certificadas hechas en materiales que tienen estructuras distintas. De nosotros dependerá el elegir el material que mejor nos proteja atendiendo al rendimiento de barrera; resistencia mecánica; diseño; etc.

Selección de vestuario de protección

Existe en el mercado una gran variedad de prendas de protección, pero no todas cumplen los mismos requisitos. La evaluación reglamentaria del riesgo debería proporcionar al usuario un análisis exacto del tipo de riesgo al que se expone. Una vez determinada la naturaleza de la sustancia tóxica y su concentración, las condiciones de trabajo y la duración máxima de la exposición, puede iniciarse el proceso de selección del traje.

 

 

¿Qué criterios deben seguirse a la hora de seleccionar prendas de protección? Los aspectos principales que se deben tener en cuenta son:

  • Protección: el criterio principal es la barrera; el material con el que está fabricada la prenda tiene que haber pasado las pruebas que demuestren que es capaz de proteger contra todas las substancias peligrosas detectadas durante el análisis de exposición.

    Los usuarios difícilmente pueden efectuar esta prueba, así que deben comprobar la información facilitada por el fabricante y el distribuidor.

    Cuando hablamos de una barrera de protección eficaz conviene tener claros los conceptos de penetración y permeación

  • Penetración: es el proceso físico mediante el cual un producto químico líquido o sólido penetra a través de los poros o agujeros de un material.

    La eficacia de resistencia contra las partículas de los diversos materiales no-tejidos utilizados para fabricar ropa de protección varía enormemente. Para explicar estas diferencias hay que referirse a la estructura del los materiales no-tejidos. Cuanto mayor es el diámetro de la fibra, mayores son los poros intersticiales y, por lo tanto, menor la capacidad del material para bloquear el paso de las fibras finas o las partículas. Cuanto menores son los poros, mayor será la capacidad de resistencia de los materiales contra las partículas. Los materiales revestidos cierran completamente los poros de la fibra, por lo que impiden al cien por cien que las partículas más pequeñas penetren a través del material; sin embargo, también impiden que el aire y el vapor de agua atraviesen el material


    Tyvek® (ampliado X 500)

    Fibras continuas ultrafinas de polietileno de alta densidad. Los poros que resultan son de pequeño tamaño, es decir, que forman una barrera excepcional contra las fibras de más de 1 µm.

    Este no-tejido constituye una estructura de tres capas; una capa de polipropileno de finos filamentos situada entre dos capas de polipropileno termosoldado. Las capas termosoldadas contribuyen a imprimir solidez mecánica, mientras que las fibras de la capa intermedia, más finas, refuerzan la barrera. Los materiales SMS proporcionan un nivel de protección razonable contra las partículas gruesas y las fibras y ofrecen una barrera característica contra las fibras y partículas de más de 5 µm.


    Polipropileno - SMS- de tres capas (ampliado X 500)

    La normativa europea EN 368 (conocida como la prueba de la canaleta) mide el índice de penetración de un líquido a través de un material y el índice de repulsión en contacto con el mismo material. En el caso de partículas sólidas hay que tener en cuenta el tamaño de las mismas, su concentración etc.

  • Permeación: es el proceso químico mediante el cual una sustancia atraviesa, a nivel molecular, la estructura de un material. La permeación es un proceso en tres etapas: absorción por la superficie de la materia prima que entra en contacto con el producto químico, difusión a través del espesor del material y desorción de sustancia en el otro lado.

    El índice de permeación depende de la naturaleza, concentración y temperatura del producto químico y se mide según la normativa EN 369 con una célula de permeación. El resultado define el tiempo de paso normalizado en minutos.

  • Resistencia: es un factor muy importante en la eficacia global de un material con barrera. Cuando los trabajadores entran en contacto con superficies cortantes o abrasivas, algunos materiales se pueden desgastar o rasgar con una rapidez tal que la protección de barrera quede total o parcialmente destruida en un periodo de tiempo relativamente corto. Las condiciones del entorno de trabajo y la robustez del traje deben ser tenidas en cuenta, de manera que siga brindando la debida protección durante toda la actividad de trabajo.
  • Calidad: además de la calidad del material, es extremadamente importante la calidad de la confección. El mejor material no ofrece protección si el diseño de la prenda para la que se utiliza no es el adecuado.

    En este caso, el criterio engloba las costuras, las cremalleras, la talla, los controles de calidad etc. Con relación a las costuras, constituyen un criterio de calidad sumamente importante en las prendas acabadas. Una prenda sólo ofrece un nivel de protección excelente si la barrera de las costuras es igual a la del material.

    Antes de tomar una decisión, deben tenerse en cuenta los siguientes parámetros:

    • ¿Las costuras son tan firmes y sólidas como el material en sí? ¿Las puntadas siguen las pautas relativas a la barrera y la calidad? ¿Se trata de costuras soldadas o termosoldadas las propuestas como la opción correcta?
    • Deben verificarse las medidas de la prenda en función de la talla de ésta. El tamaño de las prendas de protección debe corresponder al código de talla apropiado. Una talla pequeña puede resultar incómoda para el usuario y provocar tirantez en el material y las costuras. Por el contrario una prenda demasiado grande incrementa el riesgo de accidentes relacionados con enganches, atrapamientos en maquinaria etc.
  • Comodidad: las prendas deben adaptarse perfectamente al usuario para que su comodidad quede garantizada y para asegurarse de que ofrecen la protección adecuada.

    El diseño de las prendas determina en gran medida su grado de adaptación y se deben tener en cuenta detalles como las aberturas faciales, elásticos en puños o en tobillos, movilidad, etc.

    El material con el que está fabricada la prenda desempeña un papel importante en la comodidad. En este caso, los parámetros esenciales son los siguientes:

    • Tacto: ¿La superficie del material que está en contacto con la piel es agradable al tacto?
    • Flexibilidad: generalmente se consideran más agradables los materiales finos y flexibles que aquellos rígidos e inflexibles.
    • Peso: normalmente cuanto más ligera es una prenda, más cómoda se considera
    • Permeabilidad al aire: suelen ser más agradables de utilizar los materiales permeables al aire, ya que permiten expulsar la humedad y el calor corporal con mayor rapidez. Sin embargo, en general, las propiedades de barrera de estos materiales suelen ser escasas, lo que los hace inadecuados para muchas aplicaciones
  • Compatibilidad medioambiental: se trata de verificar si la prenda puede ser eliminada de manera segura y económica. El problema del tratamiento de los residuos debería plantearse ante cualquier producto. En este caso también es importante la elección del material y debemos plantearnos las siguientes preguntas: ¿Se facilitan datos sobre el material relativos a la eliminación de los residuos contaminados? ¿La eliminación del material cumple la normativa gubernamental? ¿Qué coste tiene la eliminación del material (en función del peso)? ¿La prenda está fabricada con un material o con varios tipos de materiales? Generalmente, una composición homogénea es más fácil de eliminar.
  • Aspecto económico: aunque es evidente que el precio desempeña un papel clave en cualquier decisión comercial, cuando se trata de salud, no debería ser un factor determinante para la selección de la ropa de protección.

    Normalmente, la alta barrera de protección y la alta calidad de fabricación requieren la utilización de un material y unos procesos de fabricación más costosos, lo que se traduce en una prenda más cara. La seguridad no es gratuita.

    No debería tomarse ninguna decisión basándose únicamente en el precio de una sola prenda de protección, sino que deberían compararse los costes globales con el beneficio total y, de este modo, establecer las conclusiones de comparación entre los productos. Factores como la claridad en la identificación y el etiquetado, el servicio de entrega y la frecuencia (en los casos en que es necesario reducir el espacio de almacenamiento), el asesoramiento sobre el producto y la asistencia al usuario son importantes en el proceso de toma de decisión.

  • Pruebas y utilización: una vez que se ha utilizado una prenda que cumple los requisitos analizados, debería realizarse una prueba de utilización en condiciones reales de trabajo. La opinión de los trabajadores constituye una buena indicación de protección, resistencia y comodidad. Siempre que la opinión de los empleados sea favorable, la prenda seleccionada puede ser utilizada.

    A pesar de la existencia de estas reglas básicas, siguen quedando ciertas dudas a la hora de decidirse por unas prendas de protección u otras. Desafortunadamente, la lista de propiedades de una prenda de protección suele completarse con una serie de términos científicos que el usuario no entiende. Las nuevas normas CE tampoco garantizan la elección adecuada de una prenda de protección. Por ello, es bueno examinar las herramientas de selección que facilita el fabricante/proveedor, si éstas están disponibles.

La propuesta de DuPont: El mono de trabajo Tyvek®

Tyvek® es la marca registrada para una gama completa y diversa de ropa de protección de uso limitado fabricada por DuPont . Tyvek®, inventado y fabricado sólo por DuPont, está hecho con millones de fibras finas y continuas de polietileno de alta densidad, hiladas y termosoldadas para conseguir un tejido permeable al aire y al vapor de agua. Tyvek® respira y, sin embargo, repele los líquidos y aerosoles de agua. Bloquea la entrada de partículas de tamaño submicrónico y está sometido a tratamiento antiestático y antipelusa. Las excelentes propiedades de barrera, resistencia y durabilidad hacen de los trajes Tyvek® la opción idónea para proteger a las personas frente a partículas, fibras, líquidos y aerosoles peligrosos.

La utilización de las prendas Tyvek® está especialmente recomendada en las labores de fumigación y manipulación con determinados fitosanitarios . Los expertos de DuPont recomiendan el modelo Classic Plus de Tyvek®, con costuras cosidas y recubiertas para reforzar la protección (advertencia: en función de las características fisicoquímicas del producto y de las condiciones de exposición debemos seleccionar la adecuada barrera de protección).

 

 

Modelos

Existen diferentes modelos de prendas Tyvek®: Modelo Classic®, de costuras de puntada, con fugas inferiores al 5%, y el Modelo Classic Plus de Tyvek®, con costuras 100% herméticas y fugas inferiores al 1%.

Características de resistencia

Los modelos Tyvek® han superado satisfactoriamente duras pruebas de resistencia. La primera de ellas es la prueba de abrasión, que consiste en someter a la prenda a la acción mecánica del roce de un abrasivo hasta que se forme un agujero. En este caso se necesitaron 100 ciclos para rasgar el tejido. La segunda prueba es la de resistencia al estallido, en la que se simula la presión tal y como se ejerce en la zona de la rodilla o el codo durante el trabajo. Tyvek® también ha obtenido excelentes resultados en la prueba de resistencia a la perforación, ante la presencia de objetos punzantes, así como en la de resistencia al desgarro y en la de carga electrostática.

Para más información, consulte la página web de DuPont.

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