Un novedoso proyecto, liderado por la empresa vasca de mobiliario Biplax, tiene por objetivo prevenir la aparición de la lipoatrofia, una dolencia asociada a los nuevos entornos de trabajo que se caracteriza por la depresión del tejido graso en determinadas zonas de los muslos y ocasionalmente los antebrazos.
Nuevos parámetros en calidad ambiental interior
El proyecto busca definir las condiciones óptimas del entorno laboral para prevenir la dolencia, estableciendo criterios de calidad ambiental y especificaciones tanto para los materiales incorporados en estos entornos, como para las condiciones de diseño e instalación de productos para interiorismo.
Asimismo, tratará de precisar la relación de la enfermedad con variables tales como la ergonomía del puesto de trabajo, los campos electromagnéticos y la electricidad estática o la calidad ambiental interior en los edificios de oficinas.
 Torre Agbar, Flickr |
Entre los aspectos más novedosos del trabajo figurarían la definición de métodos de ensayo y valores umbral, la incorporación de nuevos requerimientos al desarrollo de productos y su interacción con los entornos de trabajo, o el establecimiento de nuevos parámetros en cuanto a calidad ambiental interior.
"Se trata de controlar las condiciones de los entornos de trabajo y desarrollar productos avanzados que contribuyan a la seguridad laboral en el ámbito laboral de las oficinas," según Biplax.
Las diversas fases del proyecto culminarán en 2011 con el desarrollo y validación de prototipos de silla y de suelo técnico, así como con una redefinición de protocolos de actuación ante futuros brotes de lipoatrofia semicircular.
Enfermedad laboral de reciente aparición
La lipoatrofia asociada al entorno de trabajo es un trastorno poco frecuente que se manifiesta con la pérdida o atrofia del tejido fino graso subcutáneo, apareciendo principalmente con forma semicircular en la parte frontal de los muslos y que es indoloro y reversible.
Esta dolencia aparece habitualmente en personas que trabajan en puestos administrativos en edificios de oficinas, detectándose una mayor incidencia en mujeres (84%).
Aunque la causa de la enfermedad es aún desconocida, parece tener un origen multifactorial. La ergonomía del trabajador en su puesto, la electricidad estática, la conductividad de los materiales, el sistema de climatización, el mobiliario, las tomas de tierra, el electromagnetismo o la humedad relativa entre otros factores influyen en que una persona pueda contraer el trastorno.
El hecho de que la zona afectada por la enfermedad se localice siempre por encima de las rodillas, en las zonas de las piernas que quedan bajo la mesa y cerca del cableado eléctrico, hacen pensar que existe una relación con las descargas electrostáticas a través del escritorio.
En 2007 se dió el primer caso en España, en el edificio recién estrenado de la empresa Gas Natural en Barcelona, afectando a más de 200 trabajadores de la empresa. Desde entonces se han detectado casos en diferentes edificios de oficinas, entre ellos la torre Agbar de Barcelona.
Fuente: Europa Press
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