La OMS clasifica los insecticidas malatión, diazinón, tetraclorvinfos y paratión como probables y posibles carcinógenos

La OMS clasifica los insecticidas malatión, diazinón, tetraclorvinfos y paratión como probables y posibles carcinógenos

omsLa Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud ha evaluado la carcinogenicidad de estos cuatro insecticidas organofosforados. El malatión y el diazinón fueron clasificados como probables carcinógenos para los seres humanos (Grupo 2A) y el tetraclorvinfos y el paratión como posibles carcinógenos para los seres humanos (Grupo 2B).
 

 

La IARC reunió el pasado mes de marzo a 17 expertos de 11 países para evaluar la carcinogenicidad de cuatro insecticidas organofosforados: malatión, diazinón, tetraclorvinfos y paratión, y del herbicida glifosato, en base a una revisión exhaustiva realizada durante los meses previos, que incluyó los últimos datos científicos disponibles.

Este y otros informes elaborados por la IARC no son vinculantes, en el sentido de que proporcionan evaluaciones científicas sobre la base de una revisión exhaustiva de la literatura científica, pero sigue siendo responsabilidad de los gobiernos y organizaciones internacionales recomendar reglamentos, legislación, o intervenciones en salud pública.

Tetraclorvinfos y paratión clasificados como posibles carcinógenos

El resultado de esta evaluación fué la clasificación del tetraclorvinfos y paratión como posibles carcinogenos para humanos (grupo 2B), basándose en pruebas convincentes de que éstos agentes son causantes de cáncer en animales de laboratorio.

El grupo 2B es una categoria para agentes con una evidencia convincente de que causan cáncer en animales experimentales pero existen pocos o ningún dato sobre si causan cáncer en humanos.

El tetraclorvinfos está prohibido en la UE, mientras que en los EEUU se sigue utilizando en el ganado y los animales de compañia, incluso en collares antipulgas para mascotas.

El uso del paratión ha sido severamente restringido desde la década de 1980. Todos los usos autorizados se cancelaron en la Unión Europea y los EE.UU. en el año 2003.

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Malatión y diazinón clasificados como probables carcinógenos

El malatión y el diazinón se clasificaron en el Grupo 2A, lo que significa que se consideran agentes probablemente carcinógenos. Esta categoria se utiliza cuando existe una evidencia limitada de carcinogenicidad en humanos y suficiente evidencia de carcinogenicidad en animales experimentales.

Una evidencia limitada significa que se ha observado una asociación entre la exposición al agente y el cáncer pero no pueden ser excluidos otros factores que expliquenlas observaciones.

Para el insecticida malatión, se hallaron pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos, en linfomas no Hodgkin y en cáncer de próstata. La evidencia en humanos proviene de estudios de exposición, en su mayoría agrícola, en EEUU, Canadá y Suecia. El malatión también fué hallado responsable de tumores en estudios realizados con roedores. También se lo ha asociado con daños cromosómicos y en el ADN, y con disfunciones hormonales.

Este insecticida se utiliza actualmente en la agricultura, la salud pública y el control de insectos en áreas residenciales, y se sigue produciendo en cantidades sustanciales en todo el mundo. La exposición laboral puede producirse durante el uso y la producción del insecticida, mientras que la exposición de la población en general es baja y ocurre principalmente en el uso doméstico, por residir cerca de zonas tratadas y a través de la dieta.

En el caso del diazinon, se hallaron también pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos, en linfomas no Hodgkin y en cáncer de pulmón. La evidencia en humanos se basa en estudios de exposición agrícola en EEUU y Canadá. Asimismo, se asocia a esta sustancia también daños cromosómicos y del ADN en roedores y en células humanas in vitro. El diazinon se ha utilizado en la agricultura y para el control de insectos en hogares y jardines. El volúmen de producción ha sido relativamente bajo y ha decrecido desde 2006, debido a restricciones en EEUU y la UE.

 

Fuente: IARC

 

 

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