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Qué nos dice el pH sobre la calidad del agua potable

Qué nos dice el pH sobre la calidad del agua potable

pH

El pH es un parámetro fundamental entre los indicadores de la calidad del agua potable, que nos indica su grado de acidez o alcalinidad. Montse Castellano, Responsable de Calidad y Técnico Asesor en aguas potables, Legionella y piscinas en la división de calidad y seguridad medioambiental de Altimir Grup, nos habla sobre el papel del pH en el control de la calidad del agua.


 

Calidad del agua potable

Hoy hablamos sobre el pH y la calidad del agua potable con Montse Castellano Cervera, licenciada en Ciencias Químicas, Responsable de Calidad y Técnico Asesor en aguas potables, Legionella y piscinas en el grupo empresarial Altimir Grup, especializado en gestión higiénico-sanitaria integral.

Os recordamos que este artículo forma parte de una serie dedicada a los parámetros indicadores de la calidad del agua de consumo. Si os interesa el tema, podeis echar un vistazo a los artículos anteriores sobre: Índice de Langelier, la conductividad, el hierro y el manganeso.

Como hemos visto en artículos anteriores, podría decirse que los parámetros indicadores de la calidad del agua no están directamente relacionados con la seguridad del agua de consumo. Sin embargo, deben ser monitorizados para mantener unas adecuadas propiedades organolépticas del agua, para evitar problemas como la corrosión o incrustaciones en las instalaciones y los equipos, asi como para mantener un control sobre los procesos de tratamiento del agua, como la coagulación y la desinfección.

 

Montse, ¿qué es el pH? 

El pH es un parámetro que da un valor a la acidez de una sustancia. Este valor es un número comprendido en una escala que va del 0 al 14, siendo el 0 muy ácido y el 14 muy poco ácido, es decir alcalino. Para obtener este número aplicamos una fórmula matemática, basada en la concentración de iones hidrogeno que encontramos en esa sustancia. 

pH

¿Qué nos dice sobre la calidad del agua? 

En el caso concreto del agua, dependiendo de su uso, el pH nos aporta una información importantísima. Por ejemplo si es agua de boca aporta información para el control de su potabilidad, es decir que no suponga riesgos en los usuarios. En el caso de una piscina, el control del pH es esencial para el buen funcionamiento de diferentes procesos, como por ejemplo la desinfección.

¿Porqué es importante controlarlo? 

Un pH de 1 nos indica que la sustancia es muy ácida y por tanto peligrosa. El ácido clorhidrico tiene aproximadamente ese pH. En el otro extremo de la escala, con un pH de aproximadamente 14 tenemos la soca cáustica. A nadie se le ocurre manipular estas sustancias de cualquier manera, ya que sabemos que son corrosivas. En el agua podemos alcanzar pH muy ácidos o muy alcalinos, sin llegar a esos extremos, que pueden causar problemas a las personas que la beban o la usen. Por ejemplo, en una piscina con un pH de 3, estaríamos bañandonos en zumo de limón. En general un pH de 7, es decir neutro, sería el óptimo en la mayoría de los casos, es un pH similar al de nuestro cuerpo, sudor, etc. 

pH

¿De qué factores depende el pH? 

El pH depende de la cantidad de hidrogeno que contenga el agua. Normalmente se suceden muchas reacciones químicas en el agua en función de los iones que encontremos: calcio, manganeso, bicarbonatos, carbonatos, etc., que hacen que esta concentración varíe. 

¿Cómo se mide? 

Tenemos diferentes maneras de medir el pH. Métodos electroquímicos, por ejemplo, con sondas que miden directamente la concentración de hidrógeno y nos dan el valor en una pantalla, métodos colorimétricos como las tiras reactivas que, en contacto con el agua, cambian de color y se compara ese color con los que se presentan en una escala numerada. También tenemos fotómetros, que funcionan también por colorimetria y nos dan un valor númerico del pH del agua. 

¿Qué relación tiene el pH con otros parámetros indicadores de calidad del agua? 

El pH que tenga el agua condiciona otros tratamientos, por ejemplo el de desinfección. Podemos utlitzar muchos biocidas o desinfectantes para el agua. El más común es el hipoclorito de sodio. Cuando esta sustancia entra en el agua se suceden una serie de reacciones químicas, que dependen mucho del pH. En función de éste, tendremos la forma de cloro correcta para desinfectar el agua u otra que apenas tiene poder de desinfección. Por eso se dice que tan importante es el control del pH como del cloro. Por ejemplo, podemos tener una concentración de cloro correcta en una piscina, pero tener un pH muy alto. En este caso, ese cloro no estará actuando y sucederan problemas de algas o bacterias. 

pH


El pH también condiciona otros parámetros que son importantes, como por ejemplo el índice de Langelier. De la misma manera, tenemos parámetros que condicionan el pH, como son los carbonatos y bicarbonatos. 
Los pH ácidos aumentan los problemas de oxidación y corrosión en las superficies metálicas. También destruyen cualquier material. Es un problema grave en instalaciones de agua sanitaria (acumuladores), piscinas (pérdida de borada y degradación de elementos decorativos en el vaso), etc. 
Los pH alcalinos provocan un aumento de precipitados e incrustaciones cuando tenemos aguas duras. En el caso concreto de las piscinas, el agua se vuelve turbia y aparecen precipitados en pared, linea de flotación, etc.

¿Porqué se establece un valor distinto en el agua de consumo (6.5 – 9.5) y en el agua de piscina (7,2 y 7,6) ? 

En el agua de piscina es muy importante delimitar los valores entre 7.2 y 7.6 sobre todo en las tratadas con hipoclorito de sodio líquido o electrólisis salina. En el caso del cloro líquido para tener realmente la forma de cloro que desinfecta el agua. En el caso de la electrólisis salina por el mismo motivo, y a parte, para que el proceso de electrolisis se realice correctamente.
En el caso del agua de consumo, el rango es más amplio y es seguro. En cada población tenemos un tipo de agua diferente debido a las características propias del terreno. El agua diluye los iones que encuentra en su camino y por lo tanto existen variaciones del pH por las reacciones que se suceden. Podemos tener un agua muy alcalina que brote en una zona específica, o un agua ligeramente ácida, y esas propiedades las hacen especiales, un ejemplo son las aguas termales. 

¡Muchas gracias Montse!

 

 

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