El consumo de agua embotellada en plástico de un solo uso es una via de exposición a microplásticos y nanoplásticos, así como a aditivos químicos plastificantes que se incorporan para mejorar las características del plástico. Es la conclusión de un estudio del instituto IDAEA-CSIC, en colaboración con ISGlobal, que ha desarrollado una metodología que permite cuantificar la cantidad de micro y nanoplásticos en agua embotellada en plástico de un solo uso.

Microplásticos en el agua embotellada

El agua embotellada en plástico es un producto consumido por millones de personas en todo el mundo. Sin duda, beber agua es una necesidad y su consumo se considera un hábito sano, pero hacerlo de botellas de plástico de un solo uso no sólo es una grave carga para el medio ambiente sino que también podría ser una fuente de exposición a contaminantes plásticos y sustancias químicas que podrían ser nocivos para la salud. 

Un nuevo estudio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha desarrollado una metodología que permite cuantificar la presencia de microplásticos y nanoplásticos (MNPL) en el agua embotellada en plástico de un solo uso, así como de los aditivos químicos utilizados para mejorar las propiedades de este material.

El enfoque innovador respecto a otros estudios realizados entorno a los MNPL en el agua embotellada, que principalmente cuantifican los microplásticos y nanoplásticos como número de partículas en un volumen determinado, es que las autoras del estudio han desarrollado una nueva metodología que permite cuantificarlas por unidades de masa. La gran ventaja es que, de este modo, es posible cuantificar partículas de diferentes formas y de tamaños extremadamente pequeños.

Comparativa con el agua del grifo

En el estudio se analizaron 280 muestras de aguas embotelladas en plástico de un solo uso de diferentes proveedores comerciales en España, incluyendo botellas de 1,5L y 0,5L. 

Se consiguieron cuantificar partículas plásticas extremadamente pequeñas, entre los 0,7 y los 20 micrómetros (µm), así como diversos aditivos químicos liberados al agua. Los resultados muestran una concentración media de 359 nanogramos de microplásticos y nanoplásticos por litro de agua, una cantidad comparable a la obtenida en el agua del grifo que se encontró en un estudio previo realizado en Barcelona por el mismo equipo. 

Los niveles de polímeros ingeridos al beber agua del grifo o agua embotellada serían similares, y las únicas diferencias entre los estudios son el tipo de polímeros hallados. En el agua del grifo, el polietileno (PE) y el polipropileno (PP) fueron los polímeros más comunes, mientras que en el agua embotellada el PE fue el polímero detectado y cuantificado con mayor frecuencia (55 % de las muestras), seguido del tereftalato de polipropileno (PET), que se detectó en el 33 % de las muestras y que fue el polímero que mostró la concentración más alta. 

Tan solo una muestra estuvo libre de microplásticos y nanoplásticos, lo que sugiere una prevalencia generalizada de estos contaminantes en el agua embotellada y resalta la necesidad de estudiar los posibles efectos adversos de la exposición a MNPLs, particularmente en los órganos más expuestos, como el tracto intestinal. 

Regular los limites de ingesta segura

La ingesta de microplásticos en el agua de consumo o embotellada genera preocupación pero su identificación, control y regulación son complejos debido a la falta por el momento de métodos de análisis estandarizados y armonizados para estos contaminantes emergentes. 

La Agencia de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA) no ha establecido por el momento ningún límite sobre la cantidad máxima segura de ingesta de microplásticos y nanoplásticos. Sin embargo, según las autoras del estudio, la nueva metodología es clave para poder establecer este límite en el futuro, teniendo en cuenta la masa del polímero y no el número de partículas.

Aditivos plásticos y salud del consumidor

Además de las diminutas partículas plásticas, se encontraron aditivos plásticos en el 100 % de las muestras analizadas, lo que representa otra fuente de exposición a tóxicos. 

Los plastificantes como el adipato de bis(2-etilhexilo) (DEHA), el ftalato de bis(2-etilhexilo) (DEHP) y el sebacato de bis(tetrametilhidroxipiperidinilo) (TINUVIN 770) podrían ser los que presentan un mayor riesgo para la salud humana a través de la ingestión de agua embotellada. Estos hallazgos subrayan la importancia de evaluar la seguridad y el impacto de los aditivos plásticos en los productos de consumo humano.

Referencia:

Albert Vega-Herrera, Maria Garcia-Torné, Xavier Borrell-Diaz, Esteban Abad, Marta Llorca, Cristina M. Villanueva, Marinella Farré. Exposure to micro(nano)plastics polymers in water stored in single-use plastic bottles. Chemosphere. DOI: doi.org/10.1016/j.chemosphere.2023.140106.