Los hogares es el lugar donde se produce el porcentaje más elevado de desperdicio alimentario. Por Navidad, disfruta compartiendo comidas con tus seres queridos y no te olvides de aprovechar al máximo tus alimentos. Hoy recordamos algunos consejos para reducir el desperdicio alimentario y ¡os deseamos unas Felices Fiestas!
Celebrar la Navidad sin desperdicio alimentario
Durante las festividades navideñas, las personas solemos gastar más dinero en alimentos, a menudo comprando en exceso. Prevenir el desperdicio alimentario en Navidad es un excelente propósito, por varias razones importantes que todo/as conocemos, pero conseguirlo puede ser todo un reto.
A continuación recordamos algunos consejos para minimizar la cantidad de alimentos adquiridos que no llegaremos a consumir. El medio ambiente y el bolsillo se beneficiarán, así como los valores de sostenibilidad y solidaridad que son significativos todo el año, también durante las fiestas de Navidad.
A la hora de comprar
Organizar bien la compra es el primer paso para evitar el desperdicio alimentario.
Planifica el menú de cada comida, comprueba cuáles son los alimentos que tienes y los que necesitas comprar y adquiere las cantidades adecuadas de cada uno de ellos. Pon atención a evitar las ofertas que no se ajusten a tus necesidades, ya que quizás no conseguirás consumir todo el producto.
Fijate bien y no confundas la fecha de consumo preferente con la fecha de caducidad. Este es el motivo de un elevado porcentaje del desperdicio alimentario en los hogares.
La fecha de caducidad indica hasta cuándo puede consumirse el alimento con seguridad y no debemos ingerir nunca alimentos caducados porque existe riesgo de toxiinfección alimentaria. Cuando se acerque la fecha de caducidad consume el alimento antes de que deje de ser seguro.
En cambio, la fecha de consumo preferente nos indica hasta cuándo el alimento mantiene su calidad. Una vez pasada esta fecha, el alimento aun es seguro y puede consumirse, si se ha conservado correctamente siguiendo las instrucciones recomendadas por el fabricante y no presenta signos de deterioro.
A la hora de conservar los alimentos
La nevera y el congelador serán nuestros aliados principales para mantener los productos frescos y en perfectas condiciones.
Organiza los alimentos en la nevera y el congelador de forma que tengas en primera línea aquellos que deben consumirse antes. Así evitarás que acaben estropeándose. Otra opción es habituarse a revisar la nevera y congelar aquellos alimentos que empiecen a perder calidad o a deteriorarse si no los puedes consumir inmediatamente.
Mantén la temperatura de la nevera a 4 ºC o menos para minimizar el crecimiento de microorganismos y, dentro de lo posible, no la sobrecargues.
A la hora de aprovechar los restos
Tanto en casa como en el restaurante, aprovechar las sobras de las comidas es un puntazo para reducir el desperdicio alimentario.
Si te sobra comida en casa, tienes diversas opciones para aprovecharla: puede servir para la fiambrera del día siguiente, congelarla en porciones para consumirla en otro momento o reciclarla para preparar otras recetas. Con la fruta madura puedes disfrutar de excelentes batidos o hacer un pastel, mientras que las verduras que empiezan a mustiarse pueden convertirse en deliciosas cremas o sopas.
Si no has cocinado pero habéis disfrutado de comer en un restaurante, recuerda que puedes pedir al establecimiento que os preparen para llevar los restos de comida que no hayáis consumido. Para hacerlo con seguridad, el recipiente debe ser apto para uso alimentario y estar en buenas condiciones de higiene. Hay que tener en cuenta que los alimentos que os lleváis a casa deben estar el mínimo tiempo posible a temperatura ambiente, por lo que es recomendable llevarlos rápidamente a casa y guardarlos en la nevera. Antes de consumirlos, preferentemente el mismo día o al día siguiente, siempre que el producto lo permita, se recomienda recalentarlo bien para eliminar posibles microorganismos.
¡Felices Fiestas!
