Exceso de radón en institutos de enseñanza secundaria gallegos

Exceso de radón en institutos de enseñanza secundaria gallegos

radonSegún investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), el 34% de los institutos de enseñanza secundaria de Galicia supera los niveles recomedados del gas radioactivo natural radón en el interior de sus edificios. Sin pretender alertar a la población, los expertos recomiendan adoptar medidas correctoras ya que se ha encontrado una correlación positiva entre la concentración excesiva de este gas en interiores y las tasas de cáncer de pulmón.

Gas radioactivo natural

El estudio se realizó en 58 centros de las cuatro provincias gallegas, de los cuales el 34% superaron el límite de 400 Bequerelios/m3 recomendados por la Unión Europea en alguna de sus aulas o despachos y un 15% presentó algún punto con valores superiores a 800 Bq/m3.

Los investigadores probaron un nuevo enfoque para la adquisición de datos, mejorando las actuaciones de este tipo de estudio y recopilando datos útiles para futuras acciones correctivas. Se tomaron 374 medidas en total. Con detectores de corto plazo (cajas de carbón activo) se detectaron los lugares donde las concentraciones de radón superaron los 400 Bequerelios/m3, reduciendo así el número de lugares con mediciones a largo periodo de exposición.


radon
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: En los institutos se han colocado los cánister, dispositivos de carbón activo que captan el radón. Posteriormente, en el laboratorio, se mide su concentración en un espectrómetro gamma de germanio hiperpuro (con la cabeza del espectrómetro protegida por un plástico para evitar contaminaciones). En aquellos centros en los que se detecta una cantidad de radón superior a 400 Bq/m3 se coloca un detector de trazas nucleares "kodalpha", que confirma con más detalle la presencia de radón durante periodos de varios meses. Así se descarta que las concentraciones elevadas detectadas con los cánister no sean puntuales.
Imagen: LAR/USC/SINC

Los resultados obtenidos están siendo comparados con datos obtenidos en escuelas de otros países con una geología similar. Asimismo, en siete de las escuelas se estudiaron posibles variaciones estacionales en las concentraciones del gas, sin hallar una correlación estacional relevante.

Por último, se realizó un control continuo de la concentración de radón en una escuela con un valor promedio muy cercano a los 400 Bq m-3, hallando que los valores máximos de concentración se produjeron en momentos en que la escuela estaba desocupada.

" Tanto en Galicia como en otras zonas de España, es necesario emprender medidas correctoras y ampliar el número de centros para medir, además de extender las mediciones y acciones preventivas a guarderías y escuelas de Primaria", afirma  Ignacio Durán, coordinador del equipo.

Los suelos de Galicia presentan un alto potencial de emisión de radón, ya que se asientan sobre un terreno granítico fracturado. La exposición a este elemento radiactivo natural sucede, sobre todo, por su inhalación en recintos poco ventilados, aunque también se puede ingerir si viene disuelto en el agua.

La Unión Europea recomienda una concentración máxima de 400 Bq/m3 de radón en el aire del interior de los edificios, y si se supera esa cantidad conviene realizar actuaciones para reducirla. Esta norma se aplica a las viviendas anteriores a 1990, mientras que para las construidas después, los niveles recomendados se reducen a 200 Bq/m3.

La Organización Mundial de la Salud va más allá y ha rebajado el límite de referencia a 100 Bq/m3, ya que se ha encontrado una correlación positiva entre la concentración de este gas en interiores y las tasas de cáncer de pulmón.

Medidas correctoras

Los investigadores no pretenden alertar a la población, pero insisten en que se pueden adoptar medidas correctoras para reducir las concentraciones altas de radón, "que además son bastante eficaces y con costes relativamente reducidos, si se acometen durante la construcción de los edificios".

Estas acciones correctoras incluyen, desde una gestión más eficaz de la ventilación del edificio en los casos más leves, hasta la extracción del gas directamente del subsuelo (antes de que llegue a penetrar en los recintos) cuando las concentraciones son más elevadas. El radón se filtra desde el suelo por las grietas de los cimientos, las paredes y las cañerías de los cuartos de baño. En los edificios de nueva construcción también se recomienda levantar barreras arquitectónicas impermeables al gas.

"El proceso consistiria primero en detectar si hay un problema, realizar mediciones detalladas para determinar los puntos de entrada y en función de estos datos, se puede proponer una simple ventilación o una obra más seria, como puede ser impermeabilizar o efectuar un drenaje del radón del subsuelo antes de que entre en el edificio. Cada caso es un mundo".

 

Fuentes:

Plataforma SINC

J.J. Llerena, D. Cortina, I. Durán y R. Sorribas. "222Rn concentration in public secondary schools in Galicia (Spain)". Journal of Environmental Radioactivity 101 (11): 931-936, noviembre de 2010.

 

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